Veracruz en emergencia educativa: más de seis mil escuelas siguen cerradas por las inundaciones

La crisis por las recientes inundaciones en el norte del estado ha dejado una herida profunda en el sistema educativo veracruzano. De acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP), más de 6 mil 500 planteles permanecen cerrados, dejando a cerca de 380 mil estudiantes sin clases desde hace semanas.
Durante la conferencia denominada “Mañanera del pueblo”, el titular de la SEP, Mario Delgado Carrillo, confirmó que 6 mil 599 centros educativos en Veracruz continúan sin actividades por daños en infraestructura, acumulación de lodo, hundimientos y problemas estructurales derivados de la contingencia climática.
“Algunas instalaciones quedaron bajo el agua y requieren limpieza o rehabilitación antes de reabrir. No vamos a poner en riesgo a niñas, niños ni docentes”, subrayó Delgado Carrillo.
El panorama nacional muestra también un impacto amplio, con 821 escuelas afectadas distribuidas en varios estados: 209 en Hidalgo, 176 en Puebla, 71 en Querétaro, 62 en San Luis Potosí y 303 en Veracruz, aunque la cifra real en la entidad veracruzana —según reportes locales— sería mucho mayor debido a daños aún no contabilizados en zonas rurales incomunicadas.
El secretario informó que brigadas técnicas estatales realizan inspecciones para evaluar la seguridad estructural de los planteles antes del retorno a clases. En municipios veracruzanos como Poza Rica, Tuxpan, Álamo, Tempoal y Tantoyuca, algunos centros educativos siguen anegados o cubiertos de lodo, mientras que otros presentan grietas y fallas en muros de carga.
Aunque en San Luis Potosí las actividades ya se normalizaron casi por completo, en Puebla persiste la suspensión en más de 2 mil 300 escuelas, afectando a cerca de 190 mil estudiantes, y en Querétaro sólo permanecen ocho planteles sin clases.
Mario Delgado destacó que toda la infraestructura educativa del país cuenta con cobertura de seguro, y que el nuevo sistema de registro digital de daños implementado por la SEP “ha permitido agilizar la atención, el seguimiento y la recuperación de los planteles afectados”.
Sin embargo, en Veracruz, donde las lluvias destruyeron caminos y dejaron comunidades aisladas, padres de familia y docentes denuncian que la ayuda tarda en llegar. En redes sociales circulan imágenes de aulas convertidas en lodazales y mobiliario escolar flotando entre escombros, símbolo de un sistema educativo que hoy lucha no solo contra la naturaleza, sino contra la burocracia y la desatención.
El regreso a clases en estas regiones sigue sin fecha definida. Mientras tanto, miles de niñas y niños veracruzanos esperan que la reconstrucción llegue antes de que el olvido se instale, como tantas veces ha ocurrido tras cada desastre.
Con información de Roberto Méndez.
Redacción Reportaje Veracruzano