Vergüenza en Xalapa: granaderos reprimen a maestros jubilados que exigen el pago de su seguro de vida tras 15 años de engaños

Xalapa, Ver. – La escena fue tan brutal como indignante: granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) desalojaron a maestros jubilados, hombres y mujeres de la tercera edad que durante más de 15 años han luchado por una prestación que les corresponde por derecho: el pago del seguro institucional.
Los docentes, provenientes de distintos municipios del estado, instalaron un plantón desde el jueves en la calle Enríquez, en el corazón político de Veracruz, para exigir respuestas definitivas a un reclamo que lleva más de una década en el limbo administrativo y en la indiferencia oficial.
15 años de promesas rotas
La profesora Rosario Rojas Aragón, una de las voceras del movimiento, denunció que han pasado por todas las instancias, han escuchado todos los discursos y soportado todas las mesas de trabajo sin obtener una solución real.
“Ya no queremos pláticas —sentenció—. Lo que queremos es una resolución. Son mesas que sí te atienden, pero no son mesas resolutivas.”
El grupo lo conforman 53 titulares con 103 beneficiarios, aunque en total son entre 800 y 900 jubilados los que esperan el pago de su seguro de vida. Muchos han muerto sin recibir justicia; otros, agotados, abandonaron la lucha.
La trampa del dinero que nunca llega
Según denunciaron, la aseguradora GNP se ha negado a cubrir la prestación porque nunca recibió los recursos que el Gobierno estatal debió depositar. Es decir: el dinero no está en la aseguradora y tampoco en los bolsillos de los jubilados. La interrogante es brutal: ¿dónde quedó ese dinero?
Los maestros exigen que la administración estatal contrate a otra aseguradora que cumpla, porque las vidas y derechos de cientos de familias no pueden depender de un vacío financiero alimentado por la corrupción y el desdén oficial.
La represión como respuesta
En lugar de soluciones, la respuesta gubernamental llegó con cascos, escudos y toletes. Granaderos desalojaron a los jubilados durante la madrugada, obligándolos a abandonar la calle Enríquez, como si exigir justicia después de 15 años de burla fuese un delito.
Un atropello que hiere la memoria colectiva
Cada maestro desalojado es símbolo de un Estado que no respeta ni a quienes construyeron la educación pública de Veracruz. Cada golpe contra ellos es un golpe contra la dignidad. Lo ocurrido hoy en Xalapa no es solo un desalojo: es la radiografía del desprecio con el que se gobierna en Veracruz, donde la represión sustituye a la justicia y el olvido devora las promesas.
Redacción Reportaje Veracruzano