Destituyen al vicealmirante Roberto González López entre acusaciones de abuso, acoso y caos interno en migración del INM

Por Marco Antonio Palmero Alpirez
6 de noviembre de 2025.
El edificio del Instituto Nacional de Migración en Veracruz se convirtió esta tarde en un hervidero de tensión y asombro. Agentes del Centro de Control y Confianza de la Secretaría de Gobernación irrumpieron de manera sorpresiva en la oficina del Delegado Federal del INM, Vicealmirante Roberto González López, para destituirlo fulminantemente del cargo, en un operativo que tomó por sorpresa a todo el personal.
Fuentes internas confirmaron a Reportaje Veracruzano que el procedimiento de entrega-recepción comenzó de inmediato, bajo la supervisión directa de personal federal enviado desde la Ciudad de México. La acción, de carácter urgente, no fue anticipada ni notificada previamente, lo que revela la gravedad de las observaciones que pesan sobre el ahora exdelegado.

Un vicealmirante rodeado de escándalos
El Vicealmirante Roberto González López no se va en silencio ni limpio. Su nombre ha estado vinculado a acusaciones de abuso de autoridad, acoso laboral y comportamientos impropios desde hace años.
Uno de los casos más sonados fue publicado el 17 de noviembre de 2021 por El Financiero, donde se expuso el testimonio de una mujer transexual integrante de la caravana migrante, quien acusó al funcionario de haberla agredido verbalmente y de discriminación abierta, al decirle que solo podría regularizar su situación “si se casaba con una mujer”.
A esa mancha se suma otra denuncia difundida ampliamente por el portal Con Voz Ciudadana, que señaló textualmente:
“Este tipo es el Vicealmirante Roberto González López, titular del INM en Veracruz. A sus subalternas ya las tiene hasta la madre por acoso. ¿Qué hace @Claudiashein con estos tipos?”.
Las acusaciones no pararon ahí. Fuentes internas revelan que un agente bajo su mando presentó una queja formal ante el propio Centro de Control y Confianza de la SEGOB, alegando represalias personales derivadas de un conflicto sentimental con el delegado, que habría terminado en una destitución injustificada.

Descomposición interna y hartazgo del personal
Dentro del Instituto, González López había perdido completamente el respaldo de sus propios subordinados, quienes lo señalaban por trato despótico, decisiones arbitrarias y favoritismos descarados.
“El ambiente era irrespirable. Nadie se atrevía a contradecirlo”, reveló una fuente interna que pidió anonimato por temor a represalias.
Su salida, aunque abrupta, fue recibida con alivio por parte de gran parte del personal, que desde hace meses había elevado sus quejas a distintas instancias, sin respuesta visible… hasta hoy.
Silencio oficial y vacío de poder
Hasta el cierre de esta edición, la Oficina de Representación del INM en Veracruz permanece acéfala. No se ha designado aún a un encargado o sustituto provisional.
La Secretaría de Gobernación tampoco ha emitido un comunicado oficial, lo que incrementa la incertidumbre y la especulación dentro del organismo.
Sin embargo, el movimiento de hoy deja en evidencia una cosa:
El gobierno federal ha decidido limpiar las cloacas internas del INM, donde el poder y la impunidad de algunos funcionarios de vieja guardia —provenientes de estructuras castrenses— han podrido la institucionalidad migratoria desde dentro.
Lo ocurrido esta tarde no es solo la caída de un funcionario.
Es la señal de que las fichas comienzan a moverse en el tablero político de Veracruz, donde el mensaje de la Federación parece claro:
se acabó la tolerancia al abuso, la corrupción y el despotismo disfrazado de disciplina militar.
Redacción Reportaje Veracruzano



