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ESCÁNDALO POLÍTICO EN VERACRUZ: EL TRIÁNGULO DE PODER, GAS Y CORRUPCIÓN ENTRE CUITLÁHUAC, LOS VIVES GÓMEZ Y ROCÍO NAHLE

Xalapa, Veracruz – 12 de noviembre de 2025.
Lo que parecía un rumor soterrado en los pasillos del poder hoy estalla como una bomba política de magnitud nacional. La investigación de Claudia Guerrero Noticias revela una trama de intereses millonarios, venganzas palaciegas y complicidades federales que involucra directamente al exgobernador Cuitláhuac García Jiménez, a los empresarios José Carlos y René Vives Gómez, y a la actual gobernadora Rocío Nahle García.

Detrás de las fachadas de modernización deportiva y “reactivación” económica se esconden operaciones financieras turbias; contratos inflados, concesiones energéticas bajo sospecha y un sistema de favores que enlaza al poder federal con el estatal.

El pacto en las sombras: Los Vives y Cuitláhuac

En diciembre de 2024, el destino político de Cuitláhuac García parecía sellado: la gobernadora Nahle lo quería tras las rejas por el desastre financiero que dejó en Veracruz. Pero los hermanos Vives Gómez —José Carlos y René—, empresarios con conexiones profundas en Palacio Nacional, movieron influencias directamente con la presidenta Claudia Sheinbaum, solicitando un favor especial: colocar a Cuitláhuac al frente de la dirección del Centro Nacional de Control del Gas Natural (CENEGAS).

El nombramiento, insólito por su carga política, fue un movimiento de ajedrez diseñado para garantizar permisos, contratos y concesiones de gas en el corredor Alvarado–Coatzacoalcos, donde los Vives ya preparaban un megaproyecto energético de 99 años.

La frase atribuida a José Carlos Vives Gómez al defender el nombramiento en Palacio Nacional resume el nivel de cinismo del pacto:
“Sé que es pendejo, pero es mi pendejo y quiero que lo ratifiquen en CENEGAS.”

El pedido se cumplió. Y con ello, el control del gas veracruzano quedó bajo la misma red que tejió contratos inflados para el “Pirata” de la Fuente y el Nido del Halcón.

Millones bajo el concreto: El negocio de los estadios

Bajo la administración de García Jiménez, los hermanos Vives y su socio Bernardo Pasquel Méndez —vinculado al equipo de béisbol Águila de Veracruz— obtuvieron contratos multimillonarios en la SEV y Espacios Educativos, simulando licitaciones para la remodelación de estadios. Mientras tanto, miles de maestros veracruzanos quedaron sin seguro institucional, pues esos fondos fueron desviados a empresas privadas ligadas a los mismos empresarios, para “hacer sudar” los recursos públicos.

El expresidente López Obrador habría sido quien abrió las puertas de estos negocios deportivos como parte de su afición al béisbol, sin medir el costo político ni el lodazal que se incubaba.

Rocío Nahle contra los Vives: Una guerra de poder energético

Ya como gobernadora, Rocío Nahle descubrió la madeja de contratos, concesiones y favoritismos que se tejieron a espaldas de su equipo. Exigió explicaciones, pero la respuesta fue el silencio. Un silencio caro, porque detrás de los proyectos deportivos se oculta el verdadero tesoro: la concesión del Puerto de Alvarado y el yacimiento de gas natural adyacente.

Según los reportes filtrados, la concesión por 99 años del puerto fue otorgada a empresas controladas por Carlos Vives, con la promesa de desarrollar infraestructura para almacenamiento y transporte energético, en coordinación con una firma de Carlos Slim. Desde entonces, el conflicto escaló. Nahle, traicionada y desplazada del negocio, habría ordenado acciones legales contra los Vives y presionado para frenar el proyecto, rompiendo el pacto entre el poder político y el dinero energético.

El epicentro: Alvarado

El municipio costero se ha convertido en el nuevo campo de batalla de la oligarquía veracruzana. Mientras Nahle intenta imponer su dominio político en la zona —incluso impulsando candidatos afines como Polo Deschamps—, los Vives y sus aliados del centro del país mueven millones y presionan desde la cúpula federal para retener el control del gas.

El yacimiento, ubicado a unos 80 km frente a las costas de Alvarado, representa un negocio de escala continental, enlazado con el Ferrocarril Interoceánico y los corredores industriales del sur.

Conclusión: El costo del silencio

Detrás de los estadios, del béisbol, de las fotos sonrientes y los contratos “para el desarrollo”, se oculta un sistema de complicidad política y empresarial que hoy amenaza con estallar en plena administración nahlista.

Si las denuncias se confirman, el escándalo no solo exhibe el nepotismo y el desvío de recursos, sino que pondría en jaque a la presidenta Claudia Sheinbaum, quien avaló —por presión o conveniencia— el ascenso de Cuitláhuac al corazón energético del país.

Mientras tanto, Veracruz se queda mirando el humo del gas y el polvo de los estadios, preguntándose cuánto costó realmente esta “cuarta transformación”.


Redacción Reportaje Veracruzano

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