CONALEP VERACRUZ BAJO FUEGO: LA SEV DE CLAUDIA TELLO COLOCA A UN FUNCIONARIO CON UN EXPEDIENTE QUE HUELE A CORRUPCIÓN, ACOSO Y FRAUDE

Una designación que exhibe el derrumbe ético del sector educativo en Veracruz
Por Redacción
La Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), bajo el mando de Claudia Tello Espinosa, desató un huracán político y social al nombrar como director estatal del CONALEP a Miguel Hernández Linares, un funcionario cuya trayectoria está marcada por señalamientos que, de ser confirmados, lo colocarían entre los casos más escandalosos de corrupción educativa de los últimos años.
Le bastaron dos meses en el puesto para encender todas las alarmas. Docentes, administrativos, padres de familia y hasta excolaboradores coinciden en algo: la SEV permitió que un funcionario con un historial plagado de irregularidades tomara el control de uno de los subsistemas educativos más grandes de Veracruz.
Un nombramiento que apesta desde la raíz
Documentos internos, versiones de trabajadores y revisiones de auditorías señalan que Hernández Linares acumuló, entre 2022 y 2024, más de 800 mil pesos en cobros dobles, al recibir simultáneamente sueldos de distintos tecnológicos del estado.
Los registros indican:
- Mayo a diciembre de 2022: cobró en el Tecnológico de Acayucan y en el Tecnológico de Coatzacoalcos.
- Enero de 2023: continuó percibiendo doble salario.
- Marzo de 2024: repitió el esquema entre Coatzacoalcos y Zongolica.
- Octubre de 2024: cobró del Tecnológico de Zongolica y de la UTSV, ya como rector.
Un patrón repetido, sostenido y presuntamente protegido desde dentro de la SEV, que refleja algo más grave que simple negligencia: estructura, cobertura, impunidad.
Acoso, abusos y fraudes: un expediente que haría caer a cualquier otro funcionario
Más allá del daño patrimonial, su historial incluye acusaciones de:
- Acoso laboral y sexual por parte de trabajadoras y alumnas.
- Extensiones “fantasma” donde se ofrecían carreras inexistentes; estudiantes pagaron inscripciones por programas que nunca se impartieron.
- Planteles en abandono, como el ITSAV, tomado por alumnos hartos de las condiciones indignas.
- Nóminas infladas, con personal que cobraba como docente y también como funcionario municipal.
- Despidos injustificados, hostigamiento administrativo y pérdida de prestaciones.
Lo describen quienes trabajaron con él: “Linares llegó a cada institución a saquearla, no a mejorarla”.
¿Quién protege a Miguel Hernández Linares?
La pregunta se repite en los pasillos educativos y en los chats sindicales:
¿Cómo pudo un personaje así llegar a la dirección del CONALEP Veracruz sin que Claudia Tello lo impidiera?
Padres de familia y docentes se cuestionan si la gobernadora Rocío Nahle García conoce el historial del nuevo director o si —como ha ocurrido en otras áreas— un grupo interno de la SEV opera con total libertad, colocando perfiles cuestionados sin consultar a la mandataria.
“¿Qué nos pasa como sistema educativo?” plantean trabajadores.
“¿Quién protege a este personaje?” insisten docentes.
“Si esto se permite, nada cambiará en Veracruz”, señala un padre de familia.
Un mensaje devastador para el sistema educativo
Mientras miles de estudiantes del CONALEP realizan prácticas en laboratorios deteriorados, padecen falta de equipamiento y viven recortes de programas, Miguel Hernández Linares llegó a cobrar, en 2025, más que la propia gobernadora.
El nombramiento exhibe la fractura interna de la SEV, la falta de controles y la ausencia de filtros éticos para cargos estratégicos.
Conclusión: una designación que Veracruz no puede normalizar
Hoy el CONALEP Veracruz está en manos de un funcionario cuya trayectoria está marcada —según documentos, testimonios y auditorías preliminares— por:
- Corrupción sistemática
- Acoso
- Doble salario
- Abusos de poder
- Fraude educativo
- Daño patrimonial
- Múltiples denuncias laborales
Un expediente que en cualquier administración responsable habría sido motivo de inhabilitación inmediata, no de ascenso.
Sin transparencia, sin explicaciones y sin rendición de cuentas, la SEV de Claudia Tello se hunde aún más en el descrédito, mientras la comunidad educativa se pregunta cuánto más deberá tolerar un estado ya cansado de la corrupción institucionalizada.
Redacción Reportaje Veracruzano



