HORROR EN “AVE FÉNIX”: MUERE JOVEN EN CENTRO DE REHABILITACIÓN DE COATEPEC ENTRE SOSPECHAS DE TORTURA Y ENCUBRIMIENTO

Redacción | Reportaje Veracruzano
Coatepec, Ver.– Lo que debía ser un refugio para la recuperación y la esperanza terminó convertido en un escenario de horror. En circunstancias profundamente turbias, un joven identificado como Daniel H. M., de 28 años, perdió la vida dentro del centro de rehabilitación “Ave Fénix”, ubicado en la colonia Lázaro Cárdenas de este municipio. Su cuerpo —según denuncia la familia— presentaba claros signos de violencia, lo que abre la puerta a un nuevo caso de brutalidad y negligencia en los llamados anexos de Veracruz.
De acuerdo con los familiares, el aviso de la muerte llegó la noche del sábado, sin explicación convincente y con versiones contradictorias. “Las circunstancias están muy sospechosas —relataron—. Nos dijeron que mi hermano se había caído de una barda, pero al ver su cuerpo notamos múltiples moretones en distintas partes. Esto no fue una caída, fue una golpiza”.
Fuentes cercanas señalan que dentro del centro Ave Fénix se escucharon gritos y golpes antes de que Daniel muriera. “Escuchamos cómo lo golpeaban”, habrían dicho otros internos a los familiares. Pese a ello, los responsables del lugar intentaron justificar el fallecimiento alegando que el joven trató de escapar y se lesionó al caer.
El cuerpo fue trasladado a las instalaciones del Servicio Médico Forense para la necropsia correspondiente, mientras la familia presentó una denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado exigiendo que se esclarezcan los hechos y se finquen responsabilidades.
Sin embargo, lo más grave es el silencio institucional. En Veracruz, muchos centros de rehabilitación operan sin supervisión sanitaria ni protocolos de derechos humanos, convirtiéndose en auténticos depósitos humanos, donde la “rehabilitación” se confunde con castigo, violencia y sometimiento.
La pregunta es inevitable:
¿Cuántos más tienen que morir en nombre de la supuesta ayuda antes de que la autoridad ponga orden en estos centros que funcionan bajo el amparo de la indiferencia?
El caso de Daniel H. M. no debe quedar en una carpeta olvidada. Si lo que ocurrió en el Ave Fénix fue una ejecución disfrazada de accidente, Veracruz tendría frente a sí otro crimen encubierto bajo la sombra de la impunidad.
Las familias confían en que la investigación revele la verdad. Pero si algo ha enseñado la historia reciente de estos centros, es que el dolor de los internos y sus familias rara vez obtiene justicia.
La muerte de Daniel debe marcar un antes y un después. Porque los muros del Ave Fénix, donde prometen renacer, podrían estar ocultando el infierno.