Ajedrez PolíticoCorrupciónEstatalNoticiasVeracruz

“Las lanchas eran para la foto”: Veracruz se hunde y la Marina brilla por su ausencia

Ni los helicópteros, ni las potentes embarcaciones, ni el despliegue que Claudia Sheinbaum aplaudió el 4 de octubre aparecen hoy donde la tragedia exige acción

Por Marco Antonio Palmero Alpírez
Reportaje Veracruzano


¿Dónde están las lanchas? ¿Dónde están los helicópteros? ¿Dónde está la Marina?
Veracruz no pregunta con curiosidad: pregunta con desesperación.

A una semana del pomposo desfile militar por el 204 aniversario de la Armada de México, donde la presidenta Claudia Sheinbaum y la gobernadora Rocío Nahle presumieron poderío marítimo, helicópteros relucientes, embarcaciones de rescate y comandos de élite perfectamente formados en el Puerto de Veracruz, hoy ese despliegue es solo un recuerdo propagandístico.

Porque mientras la costa norte se ahoga, en los 39 municipios en desgracia no hay ni una lancha, ni un helicóptero, ni una sola figura de rescate aéreo o marítimo de la Secretaría de Marina.


El show del 4 de octubre y la tragedia del 10

El 4 de octubre, el Puerto de Veracruz se convirtió en un escaparate militar: Sheinbaum y Nahle sonreían mientras observaban pasar las embarcaciones Defender, los helicópteros Panther y MI-17, y decenas de unidades anfibias. El discurso oficial hablaba de “fuerza, capacidad de respuesta y compromiso con el pueblo”.

Menos de una semana después, ese mismo pueblo clama auxilio bajo el agua.

Las lluvias del 9 y 10 de octubre —las más intensas en una década— sumieron al norte de Veracruz en una catástrofe humanitaria. Poza Rica, Coatzintla, Tihuatlán, Álamo, Papantla y Cazones amanecieron bajo el agua, mientras familias enteras quedaban atrapadas en los pisos altos de sus edificios sin poder salir, sin comida y sin auxilio.

“Desde anoche estamos encerrados. El agua llega al segundo piso. Nadie ha venido. Solo escuchamos motores de camionetas, pero no de lanchas. ¿Dónde está la Marina?”, pregunta desesperada Rosa Elvira, vecina de la colonia Las Gaviotas, en Poza Rica.


Plan Marina y DN-III: en el papel, no en el terreno

El gobierno estatal repite que “el Plan Marina y el Plan DN-III están activos”, pero en el terreno los damnificados solo ven improvisación.
Militares exhaustos con cuerdas viejas, patrullas varadas, y personal civil intentando rescatar con lo que puede: una llanta, una cuerda, una cubeta.

Los helicópteros que fueron presentados con tanto orgullo hace apenas seis días no han sobrevolado las zonas anegadas del norte, donde las comunicaciones están caídas y los caminos desaparecieron bajo el lodo y el agua contaminada.

Las imágenes que circulan en redes muestran el contraste brutal entre el poderío mostrado el 4 de octubre y la impotencia del 10: los mismos equipos que posaron para las cámaras hoy no aparecen cuando más se necesitan.


El desastre sin Estado

En Tihuatlán, las familias duermen sobre los techos. En Cazones, los pescadores usan sus propias lanchas para rescatar vecinos. En Coatzintla, los enfermos quedaron atrapados sin ambulancias.
En Poza Rica, el agua mezclada con hidrocarburo sigue subiendo mientras el gobierno lanza boletines de “coordinación interinstitucional” desde escritorios secos en Xalapa.

No hay presencia aérea visible, no hay distribución efectiva de víveres, no hay centros de rescate equipados. Lo que sí hay es propaganda, omisión y silencio oficial.


Un Veracruz desprotegido ante su propia historia

La imagen del 4 de octubre fue un retrato de soberbia institucional: un gobierno que presume músculo, pero carece de reflejos para actuar cuando la realidad golpea.
Las lanchas, helicópteros y unidades anfibias eran para el desfile, no para la emergencia.

Mientras tanto, el norte veracruzano —ese que produce petróleo, paga impuestos y sufre olvido— se ahoga en agua y en indignación.

Porque lo que Veracruz vive hoy no es solo un desastre natural: es una tragedia moral, una que exhibe que la distancia entre la propaganda y la acción puede medirse en vidas humanas.


“Las lanchas eran para la foto, los discursos para la historia, y el pueblo… para el olvido.”
Así se resume el colapso de un gobierno que prometió transformación, pero entregó simulacro.


Redacción Reportaje Veracruzano

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba