“PAN Y CIRCO EN RÍO BLANCO: ENTRE BACHES, AGUAS NEGRAS Y UN GOBIERNO AUSENTE”

Ciudadanía denuncia abandono, caos y simulación bajo la administración de Ricardo Pérez García
Por Redacción Reportaje Veracruzano
Río Blanco, Ver., 21 de octubre de 2025.
Mientras las calles de Río Blanco se hunden en el abandono, los baches se multiplican y las aguas residuales corren como ríos pestilentes, el Ayuntamiento parece más ocupado en otorgar permisos para ferias, juegos mecánicos y espectáculos que en atender las necesidades más básicas de su gente.
Vecinos de distintas colonias alzaron la voz contra lo que califican como un gobierno municipal de simulación y “pan y circo”, donde las fiestas se promueven con entusiasmo pero las soluciones brillan por su ausencia. “Las colonias están olvidadas, pero las ferias no faltan. Vivimos entre baches, aguas estancadas y basura”, sentenció una vecina de la zona centro, reflejando el hartazgo generalizado.
Los reclamos se concentran en las vialidades que rodean puntos neurálgicos, como la Secundaria Mártires de 1907 y la Primaria José María Pino Suárez, donde los encharcamientos, el drenaje colapsado y la basura acumulada se han vuelto parte del paisaje cotidiano. Los habitantes alertan que estos focos de insalubridad no solo afectan la movilidad, sino que incrementan el riesgo de enfermedades como el dengue, además de provocar irritaciones cutáneas en los menores que transitan por la zona.
“Las ferias y los eventos dejan dinero rápido, pero no resuelven nada. Queremos calles limpias, drenajes funcionales y seguridad sanitaria, no fotos ni aplausos”, reclamó un padre de familia, molesto ante lo que considera una prioridad mal enfocada del alcalde Ricardo Pérez García.
El sentimiento común entre los rioblanquenses es de abandono y frustración, pues aseguran que las quejas han sido desoídas por una administración que parece gobernar desde el espectáculo y no desde la gestión pública. “El gobierno municipal parece más interesado en el show que en el bienestar del pueblo”, coincidieron varios entrevistados.
El mensaje de la ciudadanía es claro y contundente: Río Blanco no necesita más luces, necesita soluciones.
Si el Ayuntamiento continúa apostando al entretenimiento en lugar de enfrentar los problemas estructurales, la imagen festiva de la ciudad podría transformarse pronto en un símbolo de decadencia institucional.
En Río Blanco, las calles hablan, y lo que dicen no suena a música de feria, sino a reclamo ciudadano.
Redacción Reportaje Veracruzano