Un informe lleno de cifras, triunfalismo y victimismo que deja más preguntas que certezas
Xalapa, Ver.— En una comparecencia cargada de números, autoelogios y advertencias veladas, el titular de Comunicación Social del Gobierno de Veracruz, Rodolfo Bouzas Medina, aseguró ante diputados locales que, durante la emergencia por las inundaciones del 10 de octubre en el norte del estado, proliferaron “mensajes violentos” y “ataques nacionales” dirigidos contra la gobernadora Rocío Nahle y los veracruzanos.
Según Bouzas, esa ola de contenido —al que definió como “falso, agresivo y desestabilizador”— habría tenido la intención de “generar inestabilidad y entorpecer la gobernabilidad”. Sin embargo, más allá de la denuncia general, el funcionario no presentó ejemplos concretos, responsables identificados ni evidencia puntual del supuesto sabotaje digital.
Aun así, arremetió:
“Estos mensajes acreditan violencia y quienes los promueven son cómplices de prácticas inaceptables”, dijo, sin especificar cuáles.
Entre la victimización y el discurso oficialista
La narrativa del encargado de Comunicación Social se combinó con un retrato idílico de la labor del área: dijo que hoy se “informa con verdad”, se “escucha con humildad” y se “responde con eficacia”, describiendo un modelo de comunicación “cercano al pueblo, democrático y comprometido con la transformación”.
Pero mientras se reclama una supuesta campaña de desinformación externa, el informe oficial se convirtió en un catálogo interminable de métricas, spots, transmisiones y autopromoción institucional que, más que esclarecer, buscó blindar políticamente a la administración estatal.
Una avalancha de cifras para tapar el ruido
Bouzas enumeró con precisión quirúrgica cada pieza producida por su oficina, como si se tratara de un concurso estatal de estadísticas:
- 2 mil 73 eventos oficiales atendidos
- 1,607 producciones foto y video
- 2,227 comunicados emitidos
- 187 versiones estenográficas
- 191 convocatorias, 96 de ellas ruedas de prensa
- 250 transmisiones en vivo
- Más de 179 millones de visualizaciones en redes, aseguró
- 42 campañas integrales y 285 más con dependencias
- 82,841 spots de radio y 9,649 banners digitales
- 764 planas en periódicos regionales
- 98,689 monitoreos de información
- 64 licitaciones publicadas
- Más de 1,800 publicaciones digitales con casi 43 millones de visualizaciones
El funcionario también destacó su colaboración con la Academia Veracruzana de las Lenguas Indígenas para traducir materiales a ocho lenguas originarias y replicar campañas en 46 municipios mediante radios comunitarias.
Además, presumió la cobertura de las 12 visitas de la presidenta Claudia Sheinbaum y la producción de contenidos para RTV en municipios del norte del estado.
Y en medio de todo… los “ataques”
Mientras Comunicación Social detalla su aparato mediático de precisión milimétrica, el señalamiento principal quedó flotando sin sustento público: que durante la emergencia por inundaciones hubo actores “nacionales” interesados en provocar caos político.
El discurso terminó ubicando a la administración estatal como víctima de una conspiración digital no demostrada, pero convenientemente útil para responsabilizar a “los adversarios” de cualquier crítica incómoda.
Sin autocrítica, pero con muchas quejas
Lo que no apareció en la comparecencia fue autocrítica sobre la capacidad real del Gobierno para comunicar durante una emergencia, la claridad de la información emitida, los tiempos de respuesta o la percepción ciudadana en los municipios afectados.
En cambio, quedó un mensaje claro:
La maquinaria propagandística del Gobierno funciona, produce, difunde y se multiplica… pero cuando desde afuera se cuestiona, todo es “guerra sucia”.
Una narrativa perfecta para los más sensibles del gabinete: los “llorones” de Comunicación Social, siempre listos para presumir métricas cuando conviene y para victimizarse cuando la crítica aparece.
Redacción Reportaje Veracruzano
