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LA HEREDERA DEL DESPRECIO: Adanely Rodríguez y el burdo intento de perpetuar el cacicazgo de “El Pulpo” Remes en Poza Rica

En Poza Rica se fragua un fraude político a plena luz del día y con el sello de la Cuarta Transformación. Adanely Rodríguez, la candidata reciclada del cacicazgo municipal, no busca conquistar las urnas con propuestas ni con legitimidad popular: su apuesta es clara y repulsiva, quiere ganar la alcaldía desde el escritorio de un tribunal. Así, sin votos, sin calle, sin pueblo. Y lo más indignante: sin vergüenza.

¿Quién es Adanely Rodríguez? Una exdiputada fugaz que pidió licencia tras apenas unos meses en el Congreso local, sin legado ni iniciativas de peso. Una funcionaria obediente que fungió como directora de Comunicación Social en el ayuntamiento de Fernando “El Pulpo” Remes Garza, el mismo alcalde que deja tras de sí un desastre administrativo, promesas rotas y un hedor persistente a corrupción. Rodríguez no es una opción política: es una imposición disfrazada de continuidad. Un simple peón del ajedrez de un viejo lobo con tentáculos en las finanzas públicas.

Su campaña ha estado marcada por prácticas viciadas: acarreo, amenazas, manipulación y uso de estudiantes como carne electoral. ¿Ese es el rostro joven de la transformación? No. Es el maquillaje vulgar de un proyecto que apesta a dedazo, influyentismo y desesperación por retener el poder.

Y ahora, como quien sabe que no puede ganar con votos, Adanely y su equipo pretenden revertir la voluntad popular por la vía de los tribunales. Es el último truco del sistema: judicializar el fracaso, torcer la ley, parasitar la democracia. En vez de aceptar el rechazo de una ciudadanía harta del engaño, buscan imponer su narrativa con leguleyadas.

¿Dónde está Morena en todo esto? ¿Dónde la izquierda crítica, la militancia honesta? Callada. Cómplice. O peor: maniatada por los intereses del clan Remes, que aún quiere gobernar desde las sombras.

Poza Rica no necesita herederos del saqueo. Necesita líderes con legitimidad, integridad y vocación de servicio. No más operadores disfrazados de candidatos. No más candidaturas prefabricadas en el escritorio de un cacique.

El tribunal que Adanely pretende convertir en su trampolín político debería, en cambio, ser un muro contra el abuso. Porque si permiten este atropello, estarán abriendo la puerta a la era del voto secuestrado y la democracia intervenida por resoluciones amañadas.

La ciudadanía de Poza Rica ya habló en las urnas. Y lo hizo con claridad: NO quiere más tentáculos en el poder. Adanely Rodríguez puede cambiar de eslogan, puede prometer mil compromisos, pero su verdadera carta de presentación es su padrino político: un alcalde repudiado, corrupto y traidor a su palabra.

El verdadero rostro del proyecto Adanely no es el de una mujer joven que camina el territorio. Es el del oportunismo, la simulación y la continuidad de un régimen fallido.

Y si el tribunal electoral comete el error histórico de validar este atropello, no será justicia lo que se imponga, sino una traición más al pueblo de Poza Rica.

Redacción Reportaje Veracruzano

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