PAN en ruinas: La renuncia de Zairick expone la podredumbre interna del partido

Lo que por años se intentó ocultar hoy explota en la cara del Partido Acción Nacional (PAN) en Veracruz. Alejandro Zairick Morante, uno de sus rostros más representativos, ha decidido abandonar el barco, pero no sin antes exponer la cloaca de intereses mezquinos, traiciones y corrupción que han convertido al partido en una simple mercancía al mejor postor.
Su renuncia no es solo la salida de un militante, sino una sentencia de muerte para un partido que ha perdido rumbo, identidad y dignidad.
PAN: el cementerio de ideales
Zairick Morante no se anduvo con rodeos. Su salida del PAN no es por capricho ni estrategia política, sino por asco. Lo dijo sin tapujos: el partido que alguna vez fue un referente de principios hoy es un circo de ambiciones desmedidas, traiciones y guerras intestinas donde el poder se reparte como botín de piratas.
> “El PAN ha perdido el rumbo debido a ambiciones personales y guerras entre grupos internos, convirtiendo a una extraordinaria militancia en un simple botín político”, sentenció.
La deshumanización, el oportunismo y la podredumbre interna han carcomido los cimientos de un partido que ya no tiene nada que ofrecer más que espectáculos vergonzosos de luchas internas, donde la vocación de servicio ha sido reemplazada por el más descarado reparto de cuotas y favores.
Un adiós que estremece al panismo veracruzano
La salida de Zairick es un golpe brutal para un PAN que cada día se desmorona más en Veracruz. Su renuncia no es un caso aislado, sino el síntoma de una enfermedad terminal que corroe al partido desde adentro.
Mientras la cúpula panista guarda silencio, la militancia queda una vez más a la deriva, atrapada entre grupos de poder que han reducido al partido a una caricatura de lo que alguna vez representó.
¿Qué queda del PAN en Veracruz? Nada más que los restos de un partido que se devora a sí mismo.
Redacción Reportaje Veracruzano