CAZONES, VER.- La ola de violencia sigue golpeando sin piedad al estado de Veracruz. En un brutal ataque a plena luz del día, un padre y su hijo fueron ejecutados sobre la carretera que conduce al Kilómetro 25, en la comunidad El Morisco.
Los ahora occisos, identificados por campesinos como “Don Chito y Jairo”, eran originarios de la comunidad El Coyol. Sus cuerpos quedaron en el interior de una camioneta Nissan de batea con placas WP-4397-B del estado de Tamaulipas, en cuya batea los asesinos dejaron un escalofriante narcomensaje: “Sigan de chismosos y dedos así van a acabar”.
Los sicarios interceptaron a sus víctimas sin que nadie pudiera hacer nada. Tras el ataque, escaparon con total impunidad por las comunidades aledañas del municipio de Cazones de Herrera.
Elementos de seguridad de los tres niveles de gobierno acordonaron la escena del crimen junto con la Fiscalía General del Estado de Veracruz, sin embargo, los responsables se esfumaron en la nada, sumando otro caso más a la lista de impunidad en la región.
El miedo se ha apoderado de los habitantes, quienes exigen la presencia inmediata de la Marina, la Guardia Nacional y la SEDENA. La paz en Cazones es solo un recuerdo, mientras las autoridades parecen incapaces de frenar la barbarie.
Redacción Reportaje Veracruzano
