Tránsito de Tantoyuca: Un feudo de corrupción y extorsión

Tantoyuca, Ver. – La dirección de Tránsito Municipal de Tantoyuca se ha convertido en un foco de corrupción donde el abuso de autoridad y la extorsión son el pan de cada día. En el centro de esta podredumbre se encuentran dos personajes oscuros: Enrique Guzmán Arroyo, director de Tránsito Municipal, y Luis Ricardo Valdés Alor, comandante de la corporación.
Fuentes internas revelan que Enrique Guzmán Arroyo, oriundo del estado de Hidalgo, ha encontrado en Tantoyuca una mina de oro. Con un sueldo exorbitante que ronda los 50 mil pesos, su llegada a la dirección ha coincidido con un incremento en las denuncias por cobros indebidos, sobornos y favores comprados.
El caso de los agentes de Tránsito no es distinto. La mayoría no son originarios de la región, y sus fortunas han crecido a un ritmo inexplicable. Automóviles de lujo, propiedades y un nivel de vida que dista mucho del de un servidor público común levantan serias sospechas sobre el verdadero negocio que opera desde la dirección de Tránsito.
Pero la corrupción no es el único mecanismo de control. Luis Ricardo Valdés Alor, comandante de Tránsito, es señalado por hostigar e intimidar a periodistas que intentan exponer el entramado de abusos dentro de la corporación. Bajo su mando, cualquier intento de fiscalización es acallado con amenazas veladas o abiertas represalias.
La ciudadanía de Tantoyuca clama por justicia. La impunidad con la que operan estos personajes no sólo degrada a la institución, sino que convierte a la población en rehenes de un sistema corrupto. ¿Hasta cuándo seguirán las autoridades estatales ignorando el saqueo y la intimidación?
La urgencia de una intervención es más evidente que nunca. Es momento de que el pueblo de Tantoyuca deje de ser víctima y exija la caída de esta red de impunidad.
Redacción Reportaje Veracruzano