Localizan hielera con cabeza humana en Coatzacoalcos
Coatzacoalcos, Ver.— Una hielera abandonada entre la maleza de un predio olvidado volvió a poner a esta ciudad en el centro del miedo. La violencia no cesa y la barbarie parece superarse a sí misma: en su interior, una cabeza humana. Sin nombre. Sin historia. Sin justicia.
El hallazgo ocurrió este martes sobre la calle Pino, esquina con Belisario Domínguez, en la colonia Iquisa, a un costado del exclusivo Club Campestre. Dos mundos separados por una calle: el del confort y el del espanto.
Fueron vecinos quienes, con la intuición afilada de quienes ya han visto lo peor, alertaron a las autoridades. En la hielera, junto al rostro de la víctima, descansaba una cartulina con amenazas. La muerte aquí no sólo es violencia: es mensaje.
Al lugar acudieron elementos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional, Secretaría de Marina y Policía Estatal. Acordonaron el área, pero el daño ya estaba hecho. El impacto psicológico ya había calado en los habitantes de una ciudad que, en los últimos años, se ha acostumbrado al horror.
De forma extraoficial trascendió que los responsables habrían huido en un taxi, otro símbolo cotidiano transformado en vehículo de la impunidad. La víctima, un hombre, permanece sin identificar. Nadie sabe —o nadie dice— su nombre. No se ha confirmado si se localizó el resto del cuerpo en las inmediaciones.
Mientras las autoridades levantaban peritajes, la comunidad observaba, entre el miedo y la resignación. “Ya no hay sorpresa, sólo rabia muda”, dijo un vecino que prefirió el anonimato. “Aquí, si hablas, te callan”.
La colonia Iquisa, que hace apenas unos años presumía de ser zona de transición hacia áreas residenciales, hoy se enfrenta a la crudeza de una guerra no declarada.
Y el Club Campestre, a unos metros del crimen, sigue con su cotidianidad. Un contraste amargo que retrata el rostro más despiadado de nuestra realidad: en Veracruz, la muerte no siempre llega de noche, ni en silencio. A veces viene en hielera.
Redacción Reportaje Veracruzano
