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México reporta el primer caso humano de gripe aviar H5N1 en una niña, lo que provoca una rápida respuesta de salud pública

Las autoridades sanitarias mexicanas confirmaron este viernes el primer caso humano de gripe aviar H5N1 en el país, un hito preocupante en la propagación global de un virus que ha devastado poblaciones de aves y generado temores sobre su potencial para transmitirse a humanos. La paciente, una niña de 3 años del estado norteño de Durango, se encuentra en estado crítico, informaron funcionarios, mientras el gobierno moviliza una respuesta rápida para contener cualquier riesgo adicional.

El diagnóstico fue confirmado el 1 de abril por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE), el principal laboratorio nacional especializado en enfermedades emergentes. La menor, residente de Gómez Palacio, una pequeña ciudad en Durango, fue tratada inicialmente con oseltamivir, un antiviral, antes de ser trasladada a una unidad médica especializada en la Clínica 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Torreón, Coahuila. Su estado sigue siendo grave, lo que subraya la severidad de las infecciones por H5N1, que pueden variar desde síntomas respiratorios leves hasta enfermedades potencialmente mortales.

El anuncio, emitido por la Secretaría de Salud de México, activó de inmediato la notificación a la Organización Mundial de la Salud (OMS) conforme a los protocolos internacionales de salud, reflejando la relevancia global del monitoreo de enfermedades zoonóticas. “Este es un evento raro pero serio”, señaló el Dr. José Antonio Adame De León, jefe de la jurisdicción sanitaria regional en Durango. “Hemos establecido un cerco sanitario alrededor del domicilio de la niña y estamos haciendo pruebas a sus contactos, pero no hay motivo para entrar en pánico”.

El caso coloca a México en el centro de una lucha global continua contra la gripe aviar, que ha tenido un repunte en 2025, diezmando granjas avícolas en Estados Unidos y Europa, y extendiéndose incluso a mamíferos, incluidos bovinos lecheros y animales silvestres. Aunque la OMS ha documentado más de 890 casos humanos esporádicos de H5N1 desde 2003 —muchos de ellos mortales—, el virus no ha demostrado aún una transmisión sostenida entre humanos, un hecho que los funcionarios de salud han enfatizado para calmar los temores públicos.

En México, la respuesta ha sido rápida y coordinada. Para el jueves, las autoridades ya habían acordonado el área alrededor del domicilio de la menor y comenzaron a estudiar a sus contactos cercanos, incluyendo a una familiar de 64 años que fue hospitalizada brevemente y luego dada de alta. Paralelamente, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales inició inspecciones de aves silvestres en los alrededores del hogar familiar, en busca del posible origen del contagio, mientras el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) intensificó la vigilancia en granjas avícolas comerciales, sin reportar brotes hasta el momento.

“El riesgo para la población en general sigue siendo bajo”, indicó la Secretaría de Salud en un comunicado, en sintonía con la evaluación de la OMS. La dependencia agregó que el consumo de carne de ave y huevos bien cocidos no representa ningún peligro, una aclaración destinada a estabilizar un mercado ya afectado por el alza de precios del pollo vinculada a los brotes globales de H5N1. México ha almacenado 40,000 dosis de oseltamivir, lo que demuestra su preparación ante un posible incremento de casos.

Por ahora, el origen de la infección de la menor sigue sin esclarecerse. Las sospechas iniciales de tos ferina dieron paso al diagnóstico de H5N1 tras pruebas avanzadas, lo que sugiere que el contagio pudo haberse producido por contacto con aves infectadas o un ambiente contaminado, una vía común en casos humanos a nivel global. La familia de la niña no tiene vínculos con la avicultura, lo que profundiza el misterio y resalta la naturaleza impredecible de los patógenos zoonóticos.

Expertos en salud pública ven este caso como una señal de alerta. “Esto nos recuerda cuán interconectadas están la salud humana y la animal”, afirmó el Dr. Mauricio Rodríguez Álvarez, virólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México. “Necesitamos sistemas sólidos de vigilancia y respuesta rápida para mantenernos un paso adelante de estas amenazas”.

Mientras la niña lucha por su vida en Torreón, México se enfrenta a una encrucijada, tratando de equilibrar la vigilancia con la esperanza de que se trate de un incidente aislado. Para una nación aún marcada por el recuerdo de la pandemia de H1N1 en 2009, la llegada del H5N1 representa una nueva prueba de resiliencia —y un recordatorio de los riesgos latentes que habitan en los márgenes del mundo natural.

Redacción Reportaje Veracruzano

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