Caen máscaras: red de saqueo encabezada por el director de Obras Públicas implica a media alcaldía
Por Redacción de Reportaje Veracruzano
Soteapan, Ver.
El hedor de la corrupción vuelve a brotar, y esta vez lo hace desde las entrañas del Ayuntamiento de Soteapan. El director de Obras Públicas, Jairo Salazar, ha sido fulminantemente destituido tras revelarse su participación en una descarada red de falsificación de firmas, simulación de obras y desvío de recursos públicos.
Pero este escándalo no es obra de un solo hombre. Según ha revelado el Órgano de Fiscalización Superior del Estado (ORFIS), detrás de Salazar hay un enjambre de complicidades institucionales: el tesorero, el contralor municipal y un operador identificado como «Miguel» formaban parte de la maquinaria de saqueo.
El modus operandi era tan cínico como eficiente: nombres y firmas de contratistas fueron usurpados para inflar presupuestos y justificar obras inexistentes. Los cheques —millones de pesos del erario— eran cobrados en efectivo y canalizados a cuentas personales, todo bajo la mirada cómplice de quienes debían fiscalizar, no encubrir.
Y lo más grave: la red llega hasta la cima del poder municipal. El alcalde y la síndica figuran en los expedientes como firmantes de autorizaciones y liberaciones de recursos sin revisión alguna. ¿Ingenuidad o encubrimiento deliberado?
Fuentes internas del propio Ayuntamiento apuntan a una protección política directa: Ramiro Bautista, actor de peso en los hilos del poder local, habría blindado a Salazar desde las sombras.
Soteapan está herido, y la población lo sabe. “Nos robaron en la cara, mientras nosotros confiábamos”, denunció un ciudadano. Las voces se multiplican: piden cárcel, no renuncias diplomáticas; quieren justicia, no justificaciones.
El ORFIS ha anunciado que interpondrá denuncias penales ante la Fiscalía Anticorrupción, y lo que hasta hace poco era rumor de pasillos hoy es expediente: Soteapan fue saqueado desde dentro, y los nombres ya están sobre la mesa.
Redacción Reportaje Veracruzano
