Veracruz sin ley: Ejecutan a la candidata de Morena en Texistepec y Rocío Nahle insiste en negar que su gobierno fracasa

La masacre electoral del sur exhibe lo que todos viven y el gobierno niega: en Veracruz no hay seguridad, solo un espejismo proyectado desde el escritorio de Palacio de Gobierno.
TEXISTEPEC, VERACRUZ | 12 de mayo de 2025 — Veracruz se desangra y su clase política se esconde. La noche del domingo 11 de mayo, la candidata de Morena a la alcaldía de Texistepec, Yesenia Lara Gutiérrez, fue asesinada a sangre fría al término de una caminata proselitista. Con ella murieron tres personas más —incluido un policía municipal— y otras tres quedaron heridas, entre ellas la hija de un oficial. Todo esto, en pleno proceso electoral.

¿Dónde está la seguridad que pregona el gobierno de Veracruz? ¿Dónde están las instituciones que deberían prevenir estas tragedias? La respuesta es dolorosa y clara: no existen. O peor aún: se proyectan como un holograma desde Xalapa, mientras los veracruzanos se refugian del fuego cruzado en silencio y con miedo.
Cuatro muertos, una promesa rota y un estado colapsado
La ejecución de la candidata Yesenia Lara ocurrió en un contexto de impunidad total. Sujetos armados dispararon sin que hubiera reacción alguna de las autoridades, demostrando que en Texistepec —como en muchas otras regiones— no hay gobierno, ni ley, ni protección para nadie.

Entre las víctimas mortales está el policía municipal de Jáltipan, Miguel Ángel Navarro Lechuga, cuya hija también resultó herida. No murió en cumplimiento del deber: murió por acompañar a una candidata en un evento político. Así de simple. Así de brutal.
Nahle: tuit tardío, realidad ignorada
La gobernadora Rocío Nahle García, que ha insistido una y otra vez en que «todo va bien», publicó finalmente un mensaje en su cuenta de X:
“Ningún cargo o puesto vale la vida de una persona. Vamos a dar con los responsables de este cobarde asesinato… 4 personas fallecidas y 3 heridos. He instruido a la @FGE_Veracruz y a seguridad no parar hasta encontrarlos”.
Una declaración tibia, tardía y vacía, frente al estruendo de las balas. ¿Cuántos muertos más se necesitan para que Nahle acepte que su administración está fracasando en seguridad? ¿O seguirá diciendo que Veracruz es ejemplo nacional, mientras los ataúdes se multiplican?

El Veracruz real: miedo, luto y simulación
Texistepec no es un caso aislado: es el retrato de una entidad abandonada por sus autoridades. La gente vive entre retenes criminales, amenazas diarias y balaceras nocturnas, mientras desde el gobierno estatal se maquilla una realidad insostenible.

La Secretaría de Seguridad Pública, supuestamente blindando los municipios, ha sido completamente rebasada. La Fiscalía, lenta y repleta de expedientes sin justicia. Y el discurso oficial, cada vez más desconectado de la vida real.
Elecciones con sangre: ¿votar o callar?
El 1 de junio se acerca, pero la democracia está secuestrada por el miedo. En Veracruz se vota con la mirada baja, con el temor de estar en el lugar equivocado, con la certeza de que ningún candidato —sea del partido que sea— está seguro.

Este asesinato no solo apaga una voz: manda un mensaje de terror al resto de los contendientes políticos. Nadie está a salvo. Ni los que gobiernan, ni los que aspiran, ni los que votan.
Mientras la violencia arrasa los municipios, Rocío Nahle sigue viendo otro Veracruz: uno ficticio, uno de encuestas cómodas y reportes editados. Pero el pueblo vive en otro: uno de luto, de miedo y de abandono.
Redacción Reportaje Veracruzano