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Campus fantasmas: la exclusión sistemática de Tezonapa y Cuichapa bajo la gestión de Jorge Martínez Herrera

Tezonapa, Veracruz – En los salones con goteras, los pasillos sin pintura y los laboratorios que apenas funcionan, el abandono tiene rostro. Para los estudiantes del Instituto Tecnológico Superior de Zongolica (ITSZ) en sus campus de Tezonapa y Cuichapa, ese rostro es el del director general Jorge Martínez Herrera, quien a casi un mes de su nombramiento no ha pisado sus instalaciones, ni enviado respuesta alguna a sus denuncias, ni explicado por qué parecen haber sido borrados del mapa institucional.

“Somos alumnos del ITSZ, pero no parecemos parte del mismo sistema. Para ellos, no existimos”, expresa una alumna del campus Cuichapa que prefiere no dar su nombre por temor a represalias. La expresión “violencia institucional” que se repite en voz baja entre pasillos, se ha convertido en la forma más precisa para describir lo que viven: no hay inversión, no hay obras, no hay inclusión. Hay silencio. Y hay hartazgo.

La obra de un nuevo edificio en Cuichapa, iniciada en la administración anterior, permanece detenida. No hay avances, ni obreros, ni respuestas. Las aulas en funcionamiento sufren filtraciones, los equipos de laboratorio son insuficientes, y los espacios comunes están visiblemente deteriorados. Las condiciones materiales son apenas la superficie de una crisis más profunda: la del olvido estructural.

Pero lo que ha encendido la indignación no es sólo el abandono físico. Es la exclusión deliberada. Viajes académicos, congresos, y eventos deportivos como el reciente encuentro del TecNM en Cerro Azul, han dejado fuera a los estudiantes de estos campus, sin representación, sin apoyo, sin justificación. “Nos tratan como estudiantes de segunda”, denuncian.

El director Martínez Herrera, recién designado, ha centrado su actividad pública en el campus central de Zongolica, rodeado de funcionarios, cámaras y retórica institucional. Mientras tanto, en Tezonapa y Cuichapa, la comunidad educativa sobrevive entre promesas rotas y gestiones fantasmas. Muchos cuestionan si su nombramiento obedece a criterios académicos o a favores políticos, al vincularse directamente con la diputada Dulce María Hernández Tepole, figura cercana al actual grupo en el poder.

“El ITSZ fue creado para descentralizar la educación tecnológica, para llegar a las zonas que más lo necesitan. Pero este abandono es una forma de centralismo encubierto”, denuncia uno de los docentes que ha trabajado durante años en Tezonapa.

Los alumnos han comenzado a organizarse. Han redactado pronunciamientos, recogido testimonios y solicitado audiencias. Hasta ahora, sin éxito. “Dirigir no es ocupar un cargo. Es estar presente, escuchar y actuar”, afirman en una declaración conjunta. Su exigencia es clara: que el director se haga presente, que escuche, que responda. Que recuerde que su obligación no es con una curul, sino con la educación pública.

Mientras tanto, los campus de Tezonapa y Cuichapa siguen esperando. No sólo una visita. Esperan respeto, justicia y un mínimo de dignidad institucional. Esperan, como tantas otras regiones marginadas del país, que alguien mire hacia donde casi nunca se mira. Porque en este rincón del sur veracruzano, el silencio del poder se escucha demasiado fuerte.

Redacción Reportaje Veracruzano

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