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Xalapa, Ver., 9 de junio de 2025.— La memoria de uno de los capítulos más oscuros de la seguridad pública en Veracruz vuelve a estremecer a la sociedad: tras diez años de impunidad, elementos de la Policía Ministerial capturaron este fin de semana a José Guadalupe S. V., ex policía estatal, acusado de participar en la desaparición forzada y ejecución extrajudicial de un joven xalapeño.

Los hechos ocurrieron en septiembre de 2015, cuando Carlos David Bautista López, un joven xalapeño sin antecedentes delictivos, fue privado de la libertad, ejecutado y su cuerpo desaparecido, presuntamente a manos de un grupo de oficiales que operaban bajo órdenes de los más altos niveles de la entonces Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

Un crimen de Estado que no se olvida

El caso Bautista López forma parte de una serie de desapariciones forzadas sistemáticas que se cometieron durante el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, un periodo manchado por el uso del aparato de seguridad para la represión y el exterminio extralegal de ciudadanos sospechosos —o simplemente incómodos— para el régimen.

De acuerdo con las investigaciones, las órdenes provenían de la cúpula de la SSP, encabezada en ese entonces por el tristemente célebre Arturo “Capitán Tormenta” Bermúdez Zurita, y el director de Prevención y Reinserción Social, Óscar Tirado Sánchez.

Fue este último quien ya había sido detenido y procesado por este caso y al menos otras 15 desapariciones forzadas, aunque murió en prisión en 2022, sin haber recibido sentencia definitiva.

Una deuda pendiente con la justicia

La detención de José Guadalupe S. V. se produce tras ocho años de estar prófugo, periodo durante el cual la justicia mexicana lo buscaba como uno de los eslabones claves en la cadena de ejecución de este crimen. Finalmente fue localizado y puesto a disposición de un juez bajo el proceso penal 214/2017.

Ahora enfrentará cargos por el delito de desaparición forzada de personas en el Penal de Pancho Viejo, mientras familiares de la víctima y colectivos de derechos humanos insisten en que este arresto debe ser el inicio de un proceso de justicia real y no un caso aislado.

«No nos van a callar. Han pasado diez años y seguimos pidiendo verdad y justicia, no parches judiciales», declaró esta mañana la madre de Carlos David, quien acudió a la audiencia inicial.

Libertad por falta de pruebas: heridas abiertas

Cabe recordar que en este mismo caso fueron detenidos otros cuatro oficiales: Abraham “N”, Rafael “N”, Ángel “N” y Carlos “N”. Sin embargo, en 2020, un juez les concedió la libertad, aduciendo falta de pruebas, en una decisión que provocó profunda indignación entre familiares de las víctimas y organizaciones defensoras de derechos humanos.

«No puede ser que cuando las estructuras estatales cometen crímenes, la justicia siempre tropiece con la misma piedra: la impunidad», expresó un representante del colectivo Familias En Búsqueda, que acompaña a decenas de casos de desaparición forzada en Veracruz.

Una estructura criminal que aún busca justicia

El caso Bautista López es apenas uno de cientos documentados en informes de la propia Fiscalía y de organismos internacionales, que apuntan a que durante el sexenio de Javier Duarte, la SSP funcionó como un brazo ejecutor ilegal, bajo un esquema que eliminaba a quienes el Estado identificaba como “presuntos delincuentes” sin proceso judicial.

La captura de José Guadalupe S. V. abre la puerta a que se reactive la investigación sobre otros posibles involucrados —cómplices directos o encubridores— que permanecen en libertad.

«Si no hay una limpieza completa de los cuerpos policiacos y del sistema judicial, este patrón de impunidad se repetirá», advirtió esta tarde un abogado especialista en derecho penal.

Por ahora, la detención de este ex policía es un paso, aunque tardío, hacia la rendición de cuentas que familias como la de Carlos David Bautista llevan una década exigiendo.

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Redacción Reportaje Veracruzano