¡Papantla, tierra sin ley! Plagian a familia entera y huyen con camioneta de lujo rumbo a Coatzintla; gobierno reactivo, no preventivo

¿Hasta cuándo los criminales seguirán actuando impunemente en la zona norte de Veracruz?
Por Redacción | Reportaje Veracruzano
Papantla, Ver., 14 de julio de 2025 — La violencia volvió a estallar con brutalidad en la zona norte del estado. Una familia entera fue secuestrada, golpeada y abandonada tras ser despojada de su camioneta en la comunidad de El Tajín, muy cerca del ícono arqueológico que el turismo internacional admira, pero que hoy está cercado por la inseguridad y el abandono oficial.
El plagio, ocurrido la noche del domingo 13 de julio a las 21:00 horas, provocó una aparatosa movilización de fuerzas federales, estatales y municipales. Pero no se trató de una reacción anticipada ni eficaz, sino de una carrera tardía por enmendar la inacción previa.
Los hechos sucedieron cerca del auditorio comunitario de El Tajín, cuando una familia conformada por tres adultos y un menor fue interceptada por un comando armado a bordo de una camioneta blanca. Los agresores, sin mediar palabra, los obligaron a subir a su propia unidad —una Chevrolet azul marino, modelo 2024, con placas XYJ-031-C— y los condujeron por la carretera rumbo al municipio de Coatzintla.
El vehículo fue rastreado vía satelital gracias al sistema de localización de la empresa Chevrolet, evidenciando que los criminales no temen a las autoridades: operan en completa impunidad y sin mayores obstáculos.
La familia fue abandonada horas después, lesionada y en estado de shock, en los límites entre Papantla y Coatzintla. Fue gracias a civiles que transitaban por la carretera Poza Rica–María de la Torre que se les brindó auxilio y se notificó a las corporaciones de seguridad, quienes recién entonces iniciaron una verdadera búsqueda de los agresores.
¿Dónde estaban las patrullas cuando comenzó todo?
La pregunta es obligada: ¿cómo un grupo armado puede operar con semejante coordinación, cruzar municipios, robar un vehículo y mantener a una familia cautiva sin ser detectados por ningún retén, operativo o punto de revisión?
Papantla, municipio gobernado por un sistema local que insiste en minimizar la violencia creciente, se convierte una vez más en escaparate del fracaso institucional. ¿Cuántos secuestros más deben ocurrir para que se entienda que no basta con operativos reactivos, sino con inteligencia preventiva?
Las víctimas, aunque liberadas, siguen marcadas por el trauma. Fueron atendidas por crisis nerviosa y golpes físicos. La impunidad, sin embargo, permanece intacta. Los delincuentes, hasta el cierre de esta edición, no han sido detenidos.
Un municipio turístico, convertido en zona de guerra
Mientras la imagen de El Tajín se usa como estampa turística para promocionar a Veracruz, la realidad que viven sus habitantes dista mucho de las postales. Este nuevo caso de violencia desata un grito social: urge una limpia profunda en las corporaciones de seguridad, una depuración de mandos y una nueva estrategia de inteligencia criminal.
Papantla no puede seguir siendo el escenario de crímenes cada vez más osados, mientras los funcionarios públicos miran hacia otro lado o se escudan en discursos vacíos.
Porque cuando el crimen organizado puede plagiar familias completas sin consecuencias inmediatas, lo que queda en evidencia es el colapso del Estado en su función más básica: proteger a su gente.
Redacción Reportaje Veracruzano



