¡SE CAYÓ EL REY DEL MIEDO! Miguel Santoyo, el comisario de la represión, cae en Papantla entre acusaciones, marinos y silencio oficial

Papantla, Ver., 7 de julio de 2025 – A escondidas, a hurtadillas, entre sombras y sin un solo comunicado oficial, Miguel Santoyo Hernández, conocido ampliamente en Papantla como el arquitecto del terror policial, presuntamete fue retirado de su cargo como comisario de la Policía Municipal junto a 20 de sus elementos, escoltado por la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR). Así terminó, al menos públicamente, una de las etapas más oscuras para la seguridad pública en este municipio del Totonacapan.

La operación se ejecutó la madrugada del sábado 5 de julio. Aproximadamente a las 6:00 de la mañana, marinos llegaron a la comandancia local y procedieron a la extracción silenciosa de Santoyo y su grupo de choque. El hermetismo fue tal, que algunos medios locales fueron silenciados con pagos directos, según fuentes confiables, para no cubrir ni difundir el operativo.
Pero el pueblo habló. Y lo que se revela ahora no es sólo la caída de un jefe policiaco, sino la descomposición brutal del poder en Papantla, que se resquebraja entre fraudes electorales, pactos oscuros y un intento desesperado por controlar el relato.
Santoyo: símbolo de represión y corrupción
Miguel Santoyo Hernández, proveniente de los llamados “grupos de reacción” del sur del estado, llegó a Papantla con el visto bueno del entonces alcalde Eric Domínguez y con el respaldo del aparato de seguridad estatal. Muy pronto, su estilo dejó claro que el orden se impondría no con ley, sino con miedo.
Durante su gestión, se documentaron múltiples casos de:
- Detenciones arbitrarias a jóvenes por negarse a que les revisaran el celular.
- Golpizas a transeúntes, muchas de las cuales terminaron en hospitalizaciones o incluso fallecimientos.
- Abusos de autoridad, incluidos testimonios de extorsiones y detenciones sin causa en comunidades rurales.
- Encubrimiento de delitos cometidos por elementos de su corporación.
El episodio más viral fue el sometimiento brutal a un joven esposado, grabado por un peatón, lo cual generó condena ciudadana e incluso solicitudes de intervención por parte de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Nada cambió.
Hasta ahora.
¿Por qué se lo llevan ahora?
La pregunta clave es esta:
¿Qué cambió para que la Marina tuviera que entrar en escena y desmantelar parte de la Policía Municipal como si fuera un grupo criminal?
La respuesta apunta al contexto político reciente:
- Morena fue acusado de fraude electoral en Papantla durante la última jornada comicial, con denuncias públicas por parte de Movimiento Ciudadano, encabezado por José Manuel del Río Virgen.
- El intento fallido de imponer a Gonzalo Flores Castellanos, personaje vinculado a Coatzacoalcos y cercano al grupo de Nahle, fracasó por el descrédito de la administración de Eric Domínguez y su secuela de corrupción.
- Santoyo representaba la continuidad de ese poder caduco, y su presencia se volvió insostenible tras la presión social, las investigaciones abiertas, y la posibilidad de una auditoría federal.
Se sabe que su remoción buscaba descomprimir la olla de presión ciudadana, luego de que los escándalos —incluido el intento de sembrar armas en la casa de Del Río Virgen— se salieran de control.

¿Y ahora qué? El silencio como estrategia
El gobierno municipal no ha emitido ningún boletín oficial. No hay declaración del alcalde en funciones, ni del Cabildo, ni del área jurídica.
¿Por qué tanto silencio?
Porque no se trató de una simple destitución, sino de una purga forzada.
El mando fue tomado provisionalmente por Hermenegildo «N», oficial del grupo de reacción de Ciudad Isla, lo cual refuerza la hipótesis de que SEMAR tuvo que intervenir para evitar un colapso total de la cadena de mando.
El mensaje que no se quiere escuchar
Que Miguel Santoyo se haya ido no borra los abusos cometidos, ni la complicidad de quienes lo sostuvieron durante tanto tiempo.
¿Dónde están las carpetas por uso excesivo de la fuerza?
¿Quién investiga las golpizas documentadas?
¿Quién protege a las víctimas?
Además, hay reportes de que el vacío de autoridad está siendo manipulado para exigir su retorno, como si el caos que ahora se vive justificara su presencia. Una estrategia de manual: crear crisis para revalidar al represor.
Una advertencia al pueblo papanteco
No se dejen engañar.
Miguel Santoyo no se fue por voluntad política ni por principios de justicia. Fue removido porque ya no podían sostenerlo sin que todo el régimen se viniera abajo. Su caída es el resultado de la presión popular, el hartazgo social y el colapso moral del aparato municipal.
Pero si el pueblo no mantiene la vigilancia, volverán otros Santoyos, quizás más discretos, pero igual de peligrosos.
Conclusión: ¿Y la Fiscalía, apá?
Por ahora, no hay una sola declaración de la FGE. Nadie ha informado si Santoyo fue detenido o solo relevado. Nadie ha dicho si los 20 elementos fueron consignados, sancionados o premiados. El Congreso local guarda silencio. Y Rocío Nahle, madrina de este régimen en descomposición, no ha dado la cara.
¿Papantla ya despertó? Quizá. Pero la lucha apenas comienza.
El terror se fue… pero sus cómplices siguen ahí.
Redacción Reportaje Veracruzano