Poza Rica de Hidalgo, Veracruz, 3 de diciembre de 2025.
A lo largo de 2025, Poza Rica vivió una cadena de levantones, secuestros exprés, extorsiones y desapariciones forzadas que exhiben no solo la presencia de grupos delictivos, sino algo más grave: la absoluta incapacidad operativa y estratégica de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Veracruz para responder, prevenir y contener la violencia, aun contando con infraestructura suficiente para hacerlo.

Mientras la narrativa oficial presume “coordinación”, “vigilancia permanente” y “logros históricos”, la realidad contradice cada palabra: la SSP NO carece de recursos; carece de voluntad, liderazgo, estrategia y mando efectivo.

Porque Poza Rica sí tiene:

• un sistema urbano con cámaras distribuidas en puntos clave,
• equipo de comunicación encriptado de última generación,
• una plantilla de policía municipal,
• presencia activa de policía estatal,
• apoyo constante de Guardia Nacional,
• despliegue eventual de Secretaría de Marina (SEMAR),
• y refuerzos del Ejército Mexicano (SEDENA).

Con todo esto, los levantones ocurrieron en calles transitadas, los secuestros ocurrieron a plena luz del día, y las desapariciones se multiplicaron sin una sola intervención eficaz. La pregunta inevitable es:
¿de qué sirve tanta infraestructura si la SSP no sabe —o no quiere— usarla?

El siguiente recuento del año lo deja en evidencia.

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ENERO – Secuestran a un periodista sin que ninguna cámara “vea” nada

22 de enero: Alan García Zúñiga

El periodista fue levantado afuera de su casa en Guadalupe Victoria.
No hay registro en cámaras, no hay seguimiento vehicular, no hay reacción inmediata.

A pesar del antecedente de atentado en 2017, la SSP nunca implementó vigilancia focalizada, ni siquiera en zonas con riesgo para periodistas. Fue liberado 11 días después sin un solo detenido.

Infraestructura había —lo que no hubo fue una reacción institucional.

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JUNIO – Detenciones sin contexto, sin claridad y sin impacto

La SSP anunció la captura de dos presuntos secuestradores… pero sin identificar víctimas, sin explicar fechas, sin revelar vínculos.
La sospecha crece: detenciones mediáticas para maquillar la incapacidad real de contener la ola de violencia.

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AGOSTO – Extorsiones virtuales y un secuestro empresarial sin que la tecnología de vigilancia sirviera para algo

8–10 de agosto: Secuestros virtuales

La SSP desplegó un megaoperativo… pero nuevamente, ninguna detención.
El delito creció 30% en el año.

13 de agosto: Plagio de Abisai Lima

Un comando lo levantó en Pozo 13.
Zona comercial, con cámaras cercanas, tránsito constante… y ni una sola imagen útil oportuna.

El empresario fue liberado tras 48 horas.
Impunidad total.

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AGOSTO–SEPTIEMBRE – Cuatro desapariciones en una semana mientras el sistema de vigilancia “no registra nada”

Del 25 de agosto al 1 de septiembre desaparecieron:

• Jesús Antonio Gómez
• Samuel Zúñiga
• María del Carmen Méndez
• Miriam Cristel Rodríguez

Cuatro casos, distintos puntos de la ciudad, mismo patrón:
no hay cámaras, no hay seguimiento, no hay operativos, no hay resultados.

La infraestructura existe.
Lo que falla es la voluntad institucional de activarla en tiempo real.

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OCTUBRE – Un levantón en pleno día y un influencer prófugo sin que nadie lo detecte

7–8 de octubre: César Adrián y su hija Marcelina

Rodeados por dos camionetas.
A plena luz del día.
En zona habitacional.
Con cámaras cercanas.

La SSP llegó tarde.
No hay videos útiles.
No hay placas detectadas.
No hay sospechosos identificados.

Caso Jaime Pascual Hernández Toral

El influencer operaba desde Poza Rica.
Producción constante de videos.
Movilidad diaria.

La SSP nunca lo detectó.
La ficha roja existe, pero el operativo local no.

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NOVIEMBRE–DICIEMBRE – Extorsiones a familias y un secuestro reciente que evidencia la misma incompetencia

Caso Emilio Hernández Lara

Sigue desaparecido con su hija.
Las extorsiones continúan.
La SSP no ha creado siquiera un protocolo de acompañamiento a víctimas.

2 de diciembre: Plagio de Martín Montaño

Levantado frente a su taller en Chapultepec.
Cámaras cercanas, tráfico, vecinos…
pero ninguna reacción efectiva.

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CONCLUSIÓN: LA SSP NO FALLÓ POR FALTA DE RECURSOS… FALLÓ POR FALTA DE ESTRATEGIA

Lo más grave del año no es la ola de levantones.
Lo más grave es que ocurrieron a pesar de que Veracruz cuenta con:

• tecnología urbana,
• comunicación encriptada,
• elementos municipales,
• policías estatales,
• fuerzas federales,
• Marina,
• Ejército,
• y presupuesto para seguridad.

El Estado tenía todo para actuar.
El Estado decidió no hacerlo.

2025 deja claro que Poza Rica vivió una crisis de seguridad histórica, pero no por ausencia de infraestructura, sino por ausencia de estrategia, ausencia de coordinación real y ausencia de resultados.

La pregunta que cierra este análisis es brutal pero necesaria:
¿De qué sirve un aparato de seguridad robusto si en los momentos críticos la SSP se comporta como si no existiera?

No todos los casos fueron documentados, por falta de información o hermetismo de las autoridades.

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Redacción Reportaje Veracruzano