Crisis de inseguridad en Veracruz: ¿Por qué Rocío Nahle protege a Verónica Hernández Giadans?

Veracruz, 3 de abril de 2025. – Mientras el estado se hunde en una escalada de violencia sin precedentes, la gobernadora Rocío Nahle parece decidida a mantener en su cargo a una de las figuras más cuestionadas de su administración: la fiscal general Verónica Hernández Giadans. A pesar del aumento alarmante de secuestros y la falta de resultados contundentes en materia de procuración de justicia, la mandataria se aferra a una fiscal señalada por su omisión y vínculos políticos que la atan de manos.
¿Justicia selectiva o estrategia de colapso?
El incremento de delitos de alto impacto en Veracruz, particularmente los secuestros, debería ser razón suficiente para exigir una fiscalía eficaz, implacable y autónoma. Sin embargo, la realidad es otra. Hernández Giadans, lejos de asumir una postura firme contra la delincuencia, ha sido acusada de operar bajo intereses ajenos a la procuración de justicia. Sus acciones –o más bien su inacción– parecen responder más a un juego de poder que a la obligación de proteger a los veracruzanos.
Las preguntas se acumulan: ¿Por qué Nahle sostiene a una fiscal que responde a otros intereses? ¿Por qué permitir que la Fiscalía General del Estado se convierta en una herramienta de manipulación política en lugar de ser un órgano de justicia? ¿Es incapacidad, miedo o un acuerdo bajo la mesa?
El fantasma de Eric Cisneros y la estrategia de desgaste
No es un secreto que Hernández Giadans ha sido una aliada incondicional de Eric Patrocinio Cisneros Burgos, el polémico exsecretario de Gobierno que sigue moviendo hilos tras bambalinas. Versiones apuntan a que el verdadero propósito de su permanencia en la FGE es facilitar el colapso de la administración de Nahle, permitiendo que la violencia escale sin control y, llegado el momento, responsabilizar a la gobernadora de la debacle.
La estrategia es clara: una fiscalía débil, una seguridad pública cuestionada y un Estado que se hunde en el caos. Y mientras tanto, los veracruzanos quedan atrapados en medio de esta guerra de intereses.
Denuncias listas, pero el freno sigue puesto
Se ha filtrado información sobre denuncias que la propia Nahle habría instruido contra funcionarios del gobierno anterior, incluyendo excolaboradores de Cuitláhuac García en áreas clave como CAEV, SSP, Salud, SIOP y el Congreso del Estado. No obstante, esas denuncias siguen en espera de acción, como si alguien hubiese puesto el freno de mano desde la propia Fiscalía.
El mensaje que se proyecta es demoledor: en Veracruz, la justicia no se aplica de manera equitativa, sino bajo conveniencia política. Si la gobernadora realmente desea marcar diferencia con su antecesor, debe demostrar que el poder se ejerce con determinación, no con titubeos.
¿Seguirá el silencio o habrá acciones contundentes?
Veracruz no puede darse el lujo de una fiscalía omisa ni de una gobernadora que se resiste a tomar decisiones firmes. La inseguridad avanza, la violencia no se detiene y la confianza en las instituciones se desploma. En este escenario, la pregunta que muchos se hacen es: ¿cuándo aplicará Nahle el poder que tiene en sus manos? Porque, como bien se sabe, el poder no se mendiga, se ejerce.
Redacción Reportaje Veracruzano