Poza Rica en crisis: comando armado secuestra a joven dentro del restaurante “El Pirata” ante la mirada de clientes
Por Redacción Reportaje Veracruzano
POZA RICA, VERACRUZ — La tranquilidad de un conocido restaurante de mariscos fue violentamente interrumpida la tarde de ayer sábado 24 de mayo, cuando un grupo armado irrumpió en el establecimiento “El Pirata”, ubicado sobre la avenida Manlio Fabio Altamirano, en la colonia Tajín, y privó de la libertad a uno de sus empleados y a 24 horas del levantón no hay pistas de su paradero.
El hecho, ocurrido alrededor de las 18:30 horas, causó conmoción entre comensales y trabajadores, quienes presenciaron cómo sujetos fuertemente armados ingresaron al local y se llevaron por la fuerza a un joven trabajador sin ofrecer explicaciones. Minutos después, el restaurante cerró abruptamente sus puertas, visiblemente impactado por lo sucedido.
Aunque las autoridades no han emitido una versión oficial completa, fuentes extraoficiales señalan que la víctima sería hijo del propietario del restaurante, lo que aumenta el nivel de preocupación entre los comerciantes de la zona.
Hasta ahora, la Fiscalía Regional ha abierto una carpeta de investigación y agentes ministeriales realizan las diligencias correspondientes, incluyendo la revisión de grabaciones de videovigilancia y la toma de testimonios.
El caso no es aislado. Tan solo en las últimas dos semanas, Poza Rica ha registrado al menos ocho casos similares de secuestro o “levantones”, lo que deja en evidencia una alarmante escalada de violencia y una preocupante ausencia de respuestas contundentes por parte de las autoridades estatales y municipales.
En redes sociales, el caso ha detonado una ola de indignación. Usuarios exigen justicia, mayor presencia policiaca y acciones inmediatas para frenar la ola de violencia que amenaza a comerciantes, trabajadores y ciudadanos en general. La comunidad empresarial local también ha manifestado su temor y exige garantías de seguridad para poder seguir operando en un ambiente cada vez más hostil.
Mientras la impunidad continúa y las calles de Poza Rica se llenan de incertidumbre, la pregunta es clara: ¿cuántos más tendrán que ser víctimas antes de que las autoridades actúen con seriedad?
