Protesta de transportistas paraliza relleno sanitario en Nogales y pone en jaque a más de 50 municipios

Por Redacción Reportaje Veracruzano
Nogales, Ver. — Una bomba de tiempo ambiental amenaza con estallar en la zona centro de Veracruz. Desde la madrugada de este martes, el relleno sanitario regional de Nogales permanece bloqueado por transportistas materialistas de cuatro sindicatos locales, lo que ha derivado en la paralización total del servicio de recolección de basura en más de 50 municipios.
La protesta —liderada por trabajadores de Nogales, Río Blanco, Mariano Escobedo e Ixtaczoquitlán— denuncia la exclusión de transportistas locales en las labores del centro de disposición final, en favor de empresas foráneas. Con maquinaria pesada y decenas de camiones de volteo, los inconformes cerraron los accesos desde las 7:00 a.m., exigiendo diálogo con la administración del sitio.

“Somos de aquí, hemos trabajado durante años y nos están desplazando. No permitiremos más atropellos”, declaró un dirigente sindical que solicitó el anonimato.
Una protesta que amenaza con convertirse en crisis sanitaria
El relleno sanitario de Nogales recibe diariamente más de 1,000 toneladas de residuos sólidos de toda la región centro del estado. Su paralización representa una emergencia operativa para ciudades clave como Orizaba, Córdoba, Fortín, Ixtaczoquitlán y Huatusco, que generan los mayores volúmenes de desechos urbanos.
El director de Limpia Pública de Nogales, Mario Rodríguez Mellado, confirmó que el cierre del relleno ha obligado ya a suspender el servicio de recolección, mientras otros municipios están comenzando a almacenar la basura en instalaciones municipales o terrenos alternos como medida emergente.
Municipios afectados por el cierre:
- Córdoba
- Orizaba
- Fortín
- Río Blanco
- Ixtaczoquitlán
- Huatusco
- Coscomatepec
- La Perla
- Maltrata
- Atzacan
- Paso del Macho
- Acultzingo
- Mariano Escobedo
- Huiloapan
- Y decenas más en la región montañosa
Silencio institucional agrava el conflicto
A pesar de la magnitud del problema, la administración del relleno sanitario ha guardado silencio, sin emitir comunicados ni establecer mesas de negociación. Este vacío institucional ha incrementado la tensión entre los transportistas, quienes advirtieron que el bloqueo será indefinido si no son atendidos por autoridades estatales o federales.

“La cerrazón de los responsables del sitio está empujando a toda una región hacia una emergencia ambiental”, señaló un funcionario municipal consultado por este medio.
Riesgo latente de emergencia ambiental y de salud pública
Especialistas en manejo de residuos han advertido que la acumulación de basura por más de 72 horas podría provocar una rápida proliferación de fauna nociva, malos olores, contaminación de mantos freáticos y riesgo de enfermedades infecciosas, sobre todo en zonas urbanas de alta densidad como Orizaba y Córdoba.
Ante ello, alcaldes de diversos municipios ya han solicitado la intervención urgente de la Secretaría de Medio Ambiente (SEDEMA) y la Secretaría de Gobierno del estado, con el fin de evitar consecuencias mayores en salud pública y en el medio ambiente.
Exigen solución inmediata
Lo que inició como una demanda laboral por inclusión y justicia para transportistas veracruzanos, se ha convertido en una crisis regional con dimensiones sanitarias y políticas. El tiempo corre en contra de los municipios afectados, mientras los camiones de basura se amontonan y los residuos comienzan a pudrirse sin destino claro.
La ciudadanía exige una solución inmediata.
Los trabajadores piden ser escuchados.
Y Veracruz, otra vez, está al borde del colapso por la inacción de quienes deberían prevenir, no reaccionar.
Redacción Reportaje Veracruzano