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Rocío Nahle sí se sienta con delincuentes: la doble moral que sacude a Veracruz

Por Redacción / Reportaje Veracruzano
Xalapa, Veracruz – Junio de 2025

La gobernadora Rocío Nahle García ha lanzado una campaña pública señalando con dureza a candidatos y alcaldes de Movimiento Ciudadano (MC), acusándolos de tener vínculos con la delincuencia organizada y exigiendo su exclusión inmediata de su agenda de trabajo.  Sin embargo, al poner bajo lupa la realidad política local, surge una evidencia incontestable: Morena, el partido de Nahle, no solo ha tolerado sino que ha promovido en cargos públicos a personajes con antecedentes penales y señalamientos graves, en un claro doble estándar que la ciudadanía ya no puede pasar por alto.

Fernando Luis Remes Garza: El alcalde que no fue descartado por antecedentes penales

Uno de los casos más emblemáticos es el de Fernando Luis Remes Garza, alcalde de Tihuatlán y exalcalde de Poza Rica, apodado “El Pulpo” Remes. Fue detenido el domingo 29 de marzo del 2000 por encabezar un desmantelamiento masivo de camiones en un rancho de Tihuatlán. A pesar de este antecedente, jamás enfrentó consecuencias serias ni fue apartado de la función pública. Su carrera política no se detuvo y hoy sigue siendo un activo importante dentro de Morena.

Más allá de aquel historial, Remes ha sido acusado de favorecer su negocio de reciclaje utilizando recursos públicos y policías locales para cerrar a pepenadores y monopolizar el mercado con su planta recicladora. Esta conducta, que a todas luces vulnera la legalidad y ética pública, ha generado malestar ciudadano y protestas en su municipio.

Página del diario La Opinión de Poza Rica

Los candidatos excluidos por Nahle… pero que ganaron de todas formas

En contraste con la protección a personajes polémicos dentro de Morena, la gobernadora sí rechazó públicamente a varios candidatos de Movimiento Ciudadano por supuestos vínculos con la delincuencia organizada, entre ellos:

Raúl, candidato en Tihuatlán, señalado por nexos con el presunto delincuente Goyo Gómez.

Jesús Uribe Esquivel, alcalde electo en Las Choapas, quien fue condenado por homicidio.

Otros aspirantes en municipios clave que fueron vetados por la dirigencia estatal de Morena bajo órdenes de Nahle.

Lo paradójico es que, a pesar de estos rechazos oficiales, varios de estos candidatos excluidos lograron ganar las elecciones, evidenciando un doble discurso: se denuncian públicamente, pero no se detienen ni se sancionan efectivamente las prácticas irregulares.

La hipocresía política en Veracruz

Mientras Nahle acusa a MC de “sentarse con delincuentes”, la realidad muestra cómo Morena abraza, protege y hasta promueve a personajes con antecedentes penales y señalamientos claros, sin que se les retire ni sancione políticamente.

Esto revela una doble moral que pone en jaque la credibilidad de la gobernadora y su administración. El combate a la delincuencia organizada y la corrupción no puede ser selectivo ni servir como bandera política, sino una tarea imparcial y contundente que incluya a todos, sin importar filiación partidista.

¿Y la ciudadanía?

Ante esta encrucijada, la población veracruzana enfrenta la pregunta: ¿a quién creerle? ¿Al discurso oficial que promete limpieza y ética, o a la realidad palpable de impunidad y corrupción institucionalizada?

Mientras tanto, la violencia política sigue escalando, las amenazas crecen y Veracruz continúa atrapado en un ciclo donde las reglas son diferentes según quién las transgreda.

Rocío Nahle puede negar sentarse con delincuentes, pero la evidencia demuestra que, en su administración, personajes con pasados oscuros siguen activos y bien posicionados. La justicia y la ética no pueden ser una herramienta de persecución política, sino un compromiso real y firme para todos por igual.

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