Hijas de trabajadora municipal fallecida rechazan indemnización ofrecida por el Ayuntamiento de Orizaba: “No aceptaremos lo que nos quieren dar”

Por Redacción
Reportaje Veracruzano
Orizaba, Ver., 16 de julio de 2025 — Con firmeza y sin temor, las hijas de Raquel Casiano Soto, trabajadora del área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Orizaba que perdió la vida atropellada mientras laboraba, se presentaron este martes ante el Cabildo municipal para rechazar públicamente la indemnización económica ofrecida por el gobierno local, al considerarla insuficiente e injusta.
Raquel Casiano falleció el pasado 10 de julio, tras ser impactada por una camioneta mientras realizaba labores de jardinería en la rotonda de Sur 10 y Poniente 7. Su muerte, ocurrida en el cumplimiento de su deber, dejó en la orfandad a sus hijas, quienes este martes acudieron al Palacio Municipal para exigir justicia y advertir que no aceptarán ningún acuerdo sin asesoría legal independiente.
“No aceptaremos lo que nos quieren dar”, sentenciaron durante la sesión de Cabildo, sin revelar el monto ofrecido por el Ayuntamiento. La escena fue tensa pero respetuosa. Incluso, al finalizar su participación, las jóvenes estrecharon la mano del alcalde Juan Manuel Diez Francos, quien les reconoció su derecho a buscar asesoramiento y las exhortó —en tono conciliador— a recordar los valores que su madre les inculcó.
Un choque entre legalidad, sensibilidad y desconfianza
Tras el encuentro, el alcalde ofreció una entrevista a medios en la que aseguró que el Ayuntamiento ha cubierto todos los gastos derivados del accidente y que se encuentra gestionando la pensión del ISSSTE, así como seguros de vida con Banorte y la aseguradora del propio municipio.
Sin embargo, Diez Francos también sugirió que la negativa de las hijas a aceptar el apoyo económico pudo estar influenciada por terceros:
“Siempre hay un vividor que se acerca por ahí y les calienta la cabeza”, dijo, afirmando que la oferta económica supera lo que marca la ley. “Yo administro el dinero, el dinero no es mío, y la ley está muy clara”.
El munícipe insistió en que lo ocurrido fue un accidente, pese a que la familia no ha hecho pública su versión sobre lo sucedido, ni ha confirmado si habrá denuncias legales.
Dolor y desconfianza, el trasfondo del silencio
Desde el fallecimiento de su madre, las jóvenes han guardado un perfil bajo. A pesar de su presencia pública en el Cabildo, han declinado hacer declaraciones ante la prensa. Su decisión de no aceptar la propuesta económica del Ayuntamiento refleja no solo una demanda por justicia, sino también una profunda desconfianza hacia las autoridades.
El caso de Raquel Casiano reabre un viejo y doloroso debate en Veracruz: ¿quién protege a los trabajadores del municipio que mueren en servicio? ¿Y quién vela por sus familias cuando ya no están?
Mientras la administración defiende su proceder con argumentos legales, las hijas de Raquel exigen algo más profundo: reconocimiento real, reparación digna y verdad.
Redacción Reportaje Veracruzano